Hace algún tiempo una amiga me pregunto si se me ocurría algo para aprovechar los restos de chufa que quedan tras hacer horchata. Sin pensarlo mucho le conteste galletas y ahí quedó el asunto. Pues bien, el otro día hice horchata y decidí probar a hacer galletas con los restos de chufa. Quedan muy buenas pero para evitar que queden blandas hay que poner las chufas trituradas en un colador y apretar con un tenedor para que eliminen todo el líquido posible. El nombre es invención de mi hija a la que le encantan las «horchalletas».
Ingredientes:
- 200 gr. de restos de chufa muy bien escurridos.
- 15 gr. de azúcar moreno.
- 80 gr. mantequilla a temperatura ambiente.
- 40 gr. de harina de trigo.
- una pizca de canela.
- 1 yema de huevo.
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180ºC, solo abajo y sin ventilador.
- En un bol ponemos los restos de chufa, el azúcar moreno, la mantequilla, la canela y la yema de huevo y amasamos bien con las manos.
- Añadimos a la mezcla la harina tamizada y amasamos con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Ponemos una hoja de papel vegetal en la bandeja del horno. Con las manos hacemos bolitas de masa, las chafamos y las vamos colocando sobre la bandeja.
- Horneamos hasta que se vuelvan de color dorado, aproximadamente unos 15 minutos, pero os aconsejo que vayáis vigilando que no se quemen porque cuanto menos líquido tengan los restos de chufa, antes se cocerán.
- Las horchalletas son más húmedas que las galletas y por lo tanto duran menos que las galletas. Personalmente no creo que duren más de un par de días.