Hoy os quiero recomendar la película «Una cuestión de tiempo» cuyo mensaje principal es «vive cada día como si fuera el último». Es algo que intento hacer pero no siempre me es posible, el estrés, las prisas, el cansancio son obstáculos en el camino que nos impiden disfrutar de nuestro día a día. Y os parecerá una tontería pero en el momento en que te relajas y prestas atención disfrutas de cosas que ni te imaginas. El sol en la cara, el aroma del fregasuelos que utilizan en una tienda que hay al lado de mi trabajo (suena muy freak pero me encanta), la sonrisa de la cajera del supermercado, el agradecimiento de alguien por cederle el asiento, bajar el ritmo y ajustarlo al de nuestros hijos, apagar la tele y hablar con tu pareja, el calor en las manos del café con leche para llevar en un día frío. Montones y montones de situaciones que hacen distintas nuestras rutinas diarias y nos enseñan lo que realmente es importante en nuestras vidas.
Y ahora las galletas :). Cada vez más gente me pide recetas de repostería vegana, ya sea por filosofía de vida o por intolerancias, así que he decidido empezar a publicarlas. La primera receta de galletas es la de la masa más básica y más sencilla. Son crujientes, su sabor recuerda un poco a las galletas María y encantan a niños y adultos.