Crema Pastelera.

Con la llegada del buen tiempo y el ligero aumento de las temperaturas entran ganas de disfrutar del aire libre y tomar el sol. Pues bien, en mi mini balcón no toca el sol en todo el día. Luz sí que entra en casa, pero sol, nada. Pero no dejaremos que eso nos desanime y hemos plantado un mini huerto urbano esperando que crezca algo. Eso es una prueba de fe y esperanza, como lo es hacer una crema pastelera para rellenar que salga bien y sea lo suficientemente espesa para trabajarla con manga, a la primera jajaja. Pues bien, con esta receta es posible, así que, en unos quince días, espero ver nuestros primeros brotes de cebollino, rúcula y pepinillos.

Ingredientes:

• 500ml de leche entera (yo uso leche fresca).
• 4 yemas de huevo.
• 40g de maicena.
• 90g de azúcar.
• Mantequilla (opcional).
• Si queremos hacerla rápida podemos usar esencia de vainilla para perfumar la leche. Si tenemos algo más de tiempo podemos usar una ramita de canela y la piel de un limón.

Preparación:

OPCIÓN 1: perfumamos la leche con la piel de limón y la rama de canela.

• Si tenemos algo más de tiempo vamos a perfumar la leche, para ello ponemos los 500ml de leche en una olla junto la piel de limón y la ramita de canela.
• Una vez rompa a hervir, apartamos del fuego y dejamos reposar hasta que se enfríe.
• Colamos la leche, retirando la piel del  limón y la rama de canela, y ya tenemos la leche perfumada.

OPCIÓN 2: perfumamos la leche con esencia de vainilla.

• Añadimos una cucharadita de postre de esencia de vainilla a los 500ml de leche.

A partir de aquí los mismos pasos para las dos opciones:

• Ponemos en un bol las 4 yemas de huevo y los 90g de azúcar y batimos con ayuda de unas varillas hasta que los ingredientes estén integrados.

• En un vaso disolvemos los 40g de maicena con unos 150ml de la leche que hemos perfumado. Removemos bien para que no queden grumos.
• Vierte en el bol de las yemas y el azúcar, poco a poco y sin dejar de remover, la leche perfumada (el vaso de leche perfumada con la maicena todavía lo reservamos).

• Ponemos la leche con las yemas y el azúcar disuelto en un cazo a fuego bajo y no paramos de remover con unas varillas. Es muy importante que sea a fuego lento para que no se queme la crema y no se formen grumos.

• Sin parar de remover, vamos incorporando el vaso de leche con la maicena disuelta. Seguimos removiendo hasta que espese.

 

• Pasamos la crema a un recipiente, tapamos con papel film para que no se forme una capa dura y dejamos enfriar. Utilizar al gusto.