En este momento difícil e incierto que nos está tocando vivir las cocinas se han convertido en un refugio. En las redes sociales ves fotografías de personas que entretienen a los niños cocinando, de recetas que muchas veces desechamos porque requieren demasiado tiempo en su elaboración, de personas que cocinan por primera vez, recetas tradicionales recuperadas, recetas para hacer frente a la falta de algún ingrediente y así retrasar un poco el momento de ir a hacer la compra… Entonces, cocinamos más y quemamos menos, porque nuestra actividad física se ha reducido considerablemente (por mucho que haga ejercicio en casa os aseguro que no puedo igualar la intensidad de un día cualquiera en mi vida normal).
Después de esta reflexión me he puesto manos a la masa y he empezado a hacer una serie de recetas fáciles, ligeras y sanas, sin azúcar, sin mantequilla y con harinas integrales, que nos permitirán darnos dulces caprichos sin remordimientos.
La primera receta es de natillas de plátano y boniato. Os recomiendo que batáis los ingredientes justo en el momento de consumir porque el plátano se oxida. Otra opción sería añadirle un chorro de limón antes de batir el plátano y el boniato.
Mucha salud y muchos ánimos.