Premio Best Blog

Best-Blog[1]

¡Estoy supercontenta y emocionada! ¡Acabo de recibir mi primer premio Best Blog! La verdad es que cuando empecé a escribir mi blog no esperaba que nadie lo leyera más allá de mi madre y tres amigas freaks que siempre me piden recetas ;). Pero aquí sigo, subiendo entradas y compartiendo mis historias y recetas y ahora con un premio ¡Casi no me lo creo!

Se trata de un premio virtual que nos concedemos entre los blogueros para la difusión de nuestros blogs. Ya sean de la misma temática o de temática distinta a la tuya. Una vez lo recibes te comprometes a:

1. Nombrar a la bloguera que te lo ha otorgado.

2. Visitar el resto de blogs que han sido nominados con el tuyo.

3. Responder las 11 preguntas que te hace el blog que te nomina.

4. Conceder el premio a 11 blogs que te gusten.

5. Avisar a los nominados.

6. Hacer 11 preguntas a los premiados.

Pues vamos allá…

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Cupcakes red velvet

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Quería pintar la habitación de mi hija. Y digo quería porque mi hija de casi cinco años se ha revelado y me ha dicho que su cuarto se queda como está. Yo tenía pensado un color azul clarito y en la parte de abajo pintar hierba y flores. Pues bien, con una lógica aplastante, mi hija me dijo: «si pones tan bonitas las paredes ya no me dejarás colgar mis dibujos y a mi me gusta mi cuarto como está, con mis dibujos por toda la pared». ¡Toma ya! ¿Me queda claro? Luego dirán que los niños no saben lo que quieren. Pues bien, me he dado por vencida y he decidido respetar su decisión. Es su espacio y ella tiene que poder decidir (dentro de unos límites). Es una personita con sus gustos y sus preferencias y no necesariamente tienen que coincidir con las mías 😦

Creo que la toma de decisiones es muy importante porque forma parte de su proceso de madurez. Es algo que, tanto yo como su padre, hemos intentado trabajar con nuestra hija y desde que tiene cuatro años hemos empezado a dejar que tome pequeñas decisiones. Tiene que equivocarse y empezar a responsabilizarse de sus decisiones. También soy consciente de que cuando empiezas con este proceso tienes que respetar sus decisiones aunque no siempre estés de acuerdo.

A veces negociamos, por ejemplo en el tema ropa ella elije lo que se pone los fines de semana y entre semana elegimos nosotros. También tenemos en cuenta que quiere hacer el fin de semana, no en abstracto porque eso en un niño de su edad incluye desde ir al parque hasta visitar la luna, sino dándole dos o tres opciones. Decide que toma de postre (increíble pero mi hija prefiere fruta a otros postres). Le consultamos cuando vamos a hacer la compra o si hacemos cambios en casa. No es que ella decida siempre pero escuchamos sus opiniones y ella siente que la tenemos en cuenta.

Y diréis ¿y todo esto a qué viene? Pues a que tenía que hacer un detalle para una amiga y le dejé decidir 🙂 Sigue leyendo

Brownie de chocolate blanco con nueces de macadamia

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Había una vez una pequeña brujita que tenía una mama bruja, un papa brujo y una gato de bruja que se llamaba Miau. Un día, la pequeña brujita decidió hacer un pastel para sus papás. -Es muy fácil- dijo la pequeña tras consultar un libro de recetas- necesito huevos, harina, mantequilla, chocolate, harina y levadura. -Ponemos la mantequilla con el chocolate y lo derretimos, añadimos huevos, harina y mezclamos…Creo que me dejo algo…No, ya está bien. -Miau!- dijo el gato intentando advertirle de que faltaba un ingrediente pero la pequeña brujita estaba tan concentrada en la receta que no lo escucho. -Uy! Mis padres no me dejan usar el horno. Bueno, tendré que usar un poco de magia. Miau, no se lo digas a nadie. -Miauu!-dijo el gato que como todo el mundo sabe significa «esto va a acabar mal». Brujita consultó el libro de hechizos de sus padres. -¡Es muy fácil! Sólo tengo que agitar tres veces la varita, hacerla girar una vez y decir «cocinorum, cocinorum». La niña agitó dos veces la varita, la hizo girar y dijo «cocinorum, cocinorum» y….  la masa se convirtió en una masa gelatinosa y viscosa de color lila. Pero eso no era lo peor, lo peor era que crecía y crecía y empezaba a desbordarse por la mesa. -Ay,ay!Creo que algo he hecho mal. Justo cuando la masa ya ocupaba más de la mitad de la cocina entró mama bruja. -Pero brujita!¿Qué has hecho esta vez?- pregunto muy enfadada. Y mientra lo decía, agitó su varita y la masa volvió a su estado original, salvo un pequeño detalle, no tenía color, se había vuelto de color blanco. La pequeña explicó a su madre cual había sido su intención. Mama bruja precalentó el horno y ayudó a su hijita a hornearlo. -Brujita,¿estás segura de haberlo hecho bien?Este bizcocho no sube. -Creo que sí, puse huevos, harina, mantequilla.. -Miauuu!-que significa «te olvidaste la levadura». -Ay! la levadura. !Miau, lo podrías haber dicho antes!-le riño la niña. Miau se tapo los ojos con una pata. -Bueno,-dijo mama sacando el pastel del horno- no ha subido pero seguro que está delicioso. Llamemos a papa y probemos tu pastel. Y estaba tan bueno que hasta Miau repitió dos veces. ¿Qué?¿Os animáis a probarlo? Sigue leyendo

Banda de frutas

P1110119Con la llegada de la primavera y la famosa astenia primaveral, junto con las flores, florecen los anuncios de suplementos vitamínicos para épocas de decaimiento. Y servida está la lucha entre profesionales de la salud y la industria farmacéutica. Estudios recientes han demostrado que los complementos vitamínicos son en realidad un placebo y sólo sirven para malgastar el dinero. Es más, recomiendan que en vez de gastar el dinero en estos productos lo invirtamos en frutas y verduras frescas y en hacer ejercicio ya que esto nos proporcionara mayores beneficios.

Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Warwick sobre una muestra de 500.000 personas se demostró que “introducir suplementos en la dieta de adultos bien nutridos no aporta ningún beneficio e incluso puede llegar a ser nocivo”. Y los nutricionistas insisten en que las dosis diarias recomendadas de vitaminas se obtienen a través de una dieta sana estándar y solo recomiendan suplementos , por prescripción médica , a aquellas personas que por una razón concreta presenten carencias, como por ejemplo en el caso de mujeres embarazadas (ácido fólico).

En España su consumo va en aumento. Según un estudio centrado en la población adulta española del año 1999 (publicado en Gaceta Sanitaria) el 5,1% de las mujeres y el 1,7% de los hombres consumían suplementos de vitaminas y minerales. Diez años después (según datos publicados en la revista European Journal of Clinical Nutrition) estos datos aumentaban al 8,5% en mujeres y el 4% en el caso de los hombres. Si bien estamos todavía muy lejos del 40% de la población estadounidense que consume estos productos, su consumo va claramente en aumento. Proporcionalmente también crecen los beneficios de este sector industrial que en el 2012 tuvo unos beneficios de más de 28.000 millones de dólares.

Una publicidad que otorga propiedades casi milagrosas a estos productos, un sentimiento de “culpa” que nos hace intentar compensar la mala alimentación y una información sesgada sobre sus propiedades son terreno abonado para estos productos.

La polémica está servida. ¿Y vosotros qué opináis? ¿Son necesarios los suplementos?

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