Con la llegada de la primavera y la famosa astenia primaveral, junto con las flores, florecen los anuncios de suplementos vitamínicos para épocas de decaimiento. Y servida está la lucha entre profesionales de la salud y la industria farmacéutica. Estudios recientes han demostrado que los complementos vitamínicos son en realidad un placebo y sólo sirven para malgastar el dinero. Es más, recomiendan que en vez de gastar el dinero en estos productos lo invirtamos en frutas y verduras frescas y en hacer ejercicio ya que esto nos proporcionara mayores beneficios.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Warwick sobre una muestra de 500.000 personas se demostró que “introducir suplementos en la dieta de adultos bien nutridos no aporta ningún beneficio e incluso puede llegar a ser nocivo”. Y los nutricionistas insisten en que las dosis diarias recomendadas de vitaminas se obtienen a través de una dieta sana estándar y solo recomiendan suplementos , por prescripción médica , a aquellas personas que por una razón concreta presenten carencias, como por ejemplo en el caso de mujeres embarazadas (ácido fólico).
En España su consumo va en aumento. Según un estudio centrado en la población adulta española del año 1999 (publicado en Gaceta Sanitaria) el 5,1% de las mujeres y el 1,7% de los hombres consumían suplementos de vitaminas y minerales. Diez años después (según datos publicados en la revista European Journal of Clinical Nutrition) estos datos aumentaban al 8,5% en mujeres y el 4% en el caso de los hombres. Si bien estamos todavía muy lejos del 40% de la población estadounidense que consume estos productos, su consumo va claramente en aumento. Proporcionalmente también crecen los beneficios de este sector industrial que en el 2012 tuvo unos beneficios de más de 28.000 millones de dólares.
Una publicidad que otorga propiedades casi milagrosas a estos productos, un sentimiento de “culpa” que nos hace intentar compensar la mala alimentación y una información sesgada sobre sus propiedades son terreno abonado para estos productos.
La polémica está servida. ¿Y vosotros qué opináis? ¿Son necesarios los suplementos?
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